Probablemente tienes que lidiar con una amputación porque ha sido la opción considerada tanto por ti, como por tu médico. Si esta es una opción, debes estar seguro que se consideró necesario para salvar tu vida o porque fue el resultado de circunstancias que escapan de tu control. Descubre los aspectos psicológicos de la amputación
Independientemente del motivo por el que fue necesaria la amputación, posiblemente pasarás por las mismas fases psicológicas que otras personas. Es esencial que pases por el proceso de adaptación; para algunas personas es más corto, y a otras les lleva varios meses. Es importante, que admitas y comprendas el proceso mientras superas cada etapa.
Al perder un miembro, los dos tipos de tristeza más comunes son la anticipada y la normal sin complicaciones. La tristeza anticipada llega antes de la pérdida y está asociada al diagnóstico de la enfermedad que pone en riesgo tu vida y a la subsiguiente amputación.
Cinco etapas del proceso de adaptación
Negación
La negación la suelen experimentar personas que se someten a amputaciones por traumatismo. Normalmente aquéllas a las que se les ha practicado amputaciones quirúrgicas con su consentimiento no la sufren.
Rabia
A menudo se culpa de la pérdida a Dios, al médico o a otras personas.
Tregua
En esta fase, los pacientes intentan posponer la realidad de la amputación y la mayoría intentará llegar a un acuerdo con su doctor o alguna autoridad superior como, una figura religiosa.
Depresión
En esta etapa, la depresión sustituye a la rabia. Ésta es probablemente la fase más complicada de la adaptación, pero también desaparecerá. No es una depresión clínica; es normal.
Los síntomas más frecuentes son:
- Exceso o la falta de sueño
- Sentimientos negativos sobre la realidad y el futuro
- Sentimientos de desesperación
- Hablar de la muerte
La depresión no es un signo de debilidad; sin embargo, no debería sentirse así. Es tratable y no deberías dudar en pedir ayuda al médico, enfermera, familiares y amigos.
Aceptación y esperanza
Con el tiempo, aceptarás la pérdida y volverás a tu vida normal. Esto se consigue más fácilmente si día a día hablas con alguien que haya superado todo el proceso y pueda darte algunos consejos que te ayuden a afrontar la pérdida.
Tristeza
Aunque no es común en pacientes amputados, debes ser consciente de los síntomas que incluyen:
- Aislamiento severo
- Comportamiento violento
- Ideas suicidas
- Adicción al trabajo
- Depresión severa
- Pesadillas
Si experimentas alguno de estos síntomas, por favor, informa a los profesionales médicos que están a cargo de tu caso.
Todos tienen derecho a ser la persona que quieren ser y la única persona que puede quitarte ese derecho eres tu mismo. Estamos seguros que todas las dificultades pasarán. Depende de ti ver la vida de manera positiva y asegurarte un futuro productivo.
Es muy fácil caer en el abismo de la autocompasión, decidir que no vale la pena y pasar parte o el resto de tu vida encerrado en casa. No dejes que eso ocurra. Si tienes un compañero que te asesora háblalo con él. Después de todo, ha pasado por lo mismo que tú estás experimentando ahora.
Fuente: www.amputee-coalition.org