¿Por qué la escala EVA del dolor?
Cuando hablamos de Dolor, nos referimos a un término que procede del latín, el cual se usa para señalar una sensación molesta, aflictiva y por lo general desagradable en el cuerpo. Existen casos donde se trata de una experiencia sensorial y objetiva (el dolor físico) o emocional y subjetiva (el dolor anímico).
Para medir o valorar el dolor que presenta un paciente, los profesionales de la salud utilizan una escala o instrumento denominada EVA (Escala Visual Analógica), cuyo objetivo es medir la intensidad de dolor que tiene una persona, en determinado momento.
Es importante destacar que el dolor es algo subjetivo, y tiene gran componente emocional, psicológico y hormonal, detectarlo es muy difícil ya que cada persona lo expresa y lo soporta de distinta manera. Una persona con alta tolerancia al dolor puede que no lo exprese una herida grave de manera física, sin embargo, esto no quiere decir que la gravedad de la situación deba ser subestimada.
La escala EVA, permite hacer objetivo dicho dolor y es una herramienta muy útil para los médicos, enfermeros y familiares de pacientes, ya que permite realizar una medición más precisa e imparcial.
¿Cómo es?
Consiste en una línea horizontal de 10 centímetros, en cuyos extremos se encuentran las expresiones extremas de un síntoma. En el izquierdo se ubica la ausencia o menor intensidad y en el derecho la mayor intensidad.
¿Cómo se usa?
Se pide al paciente que marque en la línea el punto que indique la intensidad y se mide con una regla milimetrada. La intensidad se expresa en centímetros o milímetros.
La valoración será:
1 Dolor leve si el paciente puntúa el dolor como menor de 3.
2 Dolor moderado si la valoración se sitúa entre 4 y 7.
3 Dolor severo si la valoración es igual o superior a 8.
La evaluación constante de la evolución de la percepción del dolor por parte del paciente es fundamental, ya que va a permitir la medición de la efectividad del tratamiento al que se encuentra sometido.