La transición después de una amputación es un cambio de vida no solo para el amputado sino también para quien le acompaña en su rutina diaria. En cierta medida todos los que están relacionados con esa persona se ven afectados por el hecho.
La percepción de pérdida de la capacidad de participar en actividades recreativas, sociales y de ocio puede jugar un papel muy importante en la calidad de vida después de la amputación que puede ser más confusa que la ausencia misma de la extremidad.
Una de las claves principales para lograr una vida plena y exitosa al lidiar con la transición después de una amputación es contar con el apoyo de la familia y un equipo de salud que esté trabajando con frecuencia.
Es por ello que la atención general transitoria debe incluir:
- Vigilancia del estado de ánimo
- Control del estado nutricional
- Utilización de posiciones convenientes
- Adecuada deambulación
- Cuidados del muñón
Diálogo y comunicación en la transición
El diálogo y la comunicación saludables son esenciales para los pacientes y sus seres queridos. Es muy probable que en una familia todos tengan sus preocupaciones específicas, las cuales deben ser escuchadas y atendidas.
Tres ejemplos frecuentes en diferentes roles de una familia al ser amputado:
- Un niño que no sienta el apoyo necesario cambiará su conducta al recibir comentarios negativos de sus compañeros en clases.
- Un esposo quizás no se sentirá capaz de atender a los niños porque esa actividad la hacía la mamá.
- Una esposa sentirá temor porque su esposo ya no puede mantener a la familia después de la amputación.
Las personas con más éxito en lograr la adaptación y reintegración dentro del círculo familiar y la comunidad son aquellas que cuentan con apoyo.
En el caso de pacientes con relaciones menos estables, lo recomendable es buscar asesoramiento familiar, de ser posible antes de la cirugía para corregir y asignar responsabilidades a cada miembro de la familia.
¿Y el cuidador principal?
Un cuidador principal debe considerar tres claves importantes en su día a día:
- Tratar de ser paciente y colocarse en el puesto del otro.
- Mantener una actitud positiva.
- No descuidar sus propias necesidades.
De lo contrario, sin querer, puede empezar a sentir resentimiento o desarrollar cansancio por la auto compasión.
Las personas con amputaciones pueden superar la mentalidad de la auto compasión centrándose en los aspectos positivos que aún conservan, estableciendo objetivos, y celebrando la fuerza que les ha permitido sobrevivir la pérdida de una extremidad.